1. Puntualidad
Si llegas con un poquito más de tiempo extra tendrás unos minutos para adaptarte al ambiente, así como para poner en práctica las técnicas de las que hablamos a continuación.
Eso te ayudará a tener sensación de control y reducir tus nervios. Simplemente debes organizarlo todo un día antes y así podrás ir con tiempo al examen.
2. Cuidado al hablar con otras personas
Cada persona gestiona sus nervios y estrés de diferentes formas. Hay gente que necesita estar solo, otras necesitan hablarlo, etc.
Ten en cuenta lo que necesitas tú. Si hablar con alguien esperando al examen te está irritando o creando más ansiedad, date cuenta.
Respetuosamente díselo a esa persona, y haz lo que sea mejor para ti.
3. Respiración abdominal
Esta técnica es muy sencilla y tiene muchísimos beneficios:
- Te permite aumentar el flujo de oxígeno.
- Permite que el cuerpo libere toxinas más rápido.
- Provoca una sensación de relajación.
Solo tienes que llevarte una mano al abdomen, inhala e intenta “hinchar” tu abdomen (no tu pecho). Es la respiración que usas cuando duermes.
4. Céntrate en pequeños pasos
La anticipación y nuestras ansias por querer tenerlo todo controlado son unas de las causas principales del estrés.
No te focalices en todo lo que tienes por delante, simplemente en el siguiente paso que vas a dar.
Por ejemplo, ahora solo voy a dejar la chaqueta, ahora voy hacia la mesa, ahora estoy haciendo solo esta pregunta etc.
5. Mantén una actitud positiva
Existe la falsa creencia de que si pensamos en todos los eventos negativos estaremos mejor preparado por si al final pasa lo peor.
Eso no es verdad.
Durante el examen necesitas ser tu mejor coach y amigo. Anímate a ti mismo con palabras que te reconforten, incluso escríbete alguna frase que puedas leer de vez en cuando durante el examen.
6. Visualiza
Una pequeña visualización imaginándote obteniendo plaza puede darte mucha energía.
Si ves que estás bloqueado o bloqueada, para un momento, respira y visualiza obteniendo tu logro. Tú puedes conseguirlo.
7. Confía en ti
Es común que si hemos hecho varias preguntas mal o consideramos el examen difícil nos sintamos frustrados, y empecemos a desconfiar de nosotros.
En esta situación también solemos sobrevalorar al resto: “los demás seguro que lo están haciendo mejor”.
Recuerda que la mente tiene un gran poder para cumplir tus objetivos.
Enfócate hacia tu logro, y date cuenta de que si es difícil para ti seguramente también lo estará siendo para el resto.
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